PRIMERA SEMANA DE MAYO
Nadie duda de la revolución que internet supuso para todos. Una herramienta infinita de trabajo y relación entre sus usuarios independientemente de su lugar de residencia. En definitiva, nos ha acercado los unos a los otros, facilitandonos el trabajo. A pesar de ello, diariamente comprobamos los peligros que la red puede esconder con un uso inadecuado.
Algunos ejemplos que hemos conocido recientemente nos recuerdan de la prudencia que debemos tener ante según qué operaciones.
PORTALES DE VENTA DE SEGUNDA MANO
Los portales de internet de venta o subasta de artículos de segunda mano, son un estupendo caladero de incautos.
Son sitios web, donde tras tu registro puedes acceder, según las condiciones de cada servicio, a contactar con otros usuarios para vender o comprar tus artículos.
Hay que tener mucho cuidado porque entre magníficos y compradores se esconde un número significativo de delincuentes.
Hace unos días hemos conocido de primera mano el intento de estafa que por medio de una famosa web alguien ha intentado cometer.
El caso nos parece lo suficientemente recurrente como para dedicarle unas líneas. Con ocasión de la venta de un artículo, nuestro amigo lo ofrece por internet. Pasa tiempo hasta que alguien muestra su interés. Este alguien, con nombre y apellido, contacta con nuestro amigo para cerrar el acuerdo. Por lo visto algo tan sencillo como comprar algo, donde uno paga y el otro entrega la cosa, se iba a complicar. Se trataba de alguien de Irlanda, que pagaría mediante transferencia bancaria y después mandaría a su servicio de mensajería a recogerlo. La operación se gestionaría a través de una empresa de servicios de pago internacionales.
Tras muchos dimes y diretes, algo nos decía que no era de fiar el comprador. La operación se cerró definitivamente, cuando descubrimos el burdo intento de estafa
(Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno.)
que pretendía el comprador. A la suplantación de identidad, que apenas es desdibujada en el artículo 401 del Código penal, le añadió, todo un sinfín de detalles intentando aparentar quien no era.
Por ejemplo, creó un email, simulando proceder de su entidad bancaria pero con un dominio que no se correspondía. Creó varios correos con traducciónes incoherentes al castellano, os pongo un ejemplo:
Esto es para confirmar a usted que el dicho monto ha estado transferido con éxito por el transmisor y estado deducidos De subanco Cuenta que está listo para ser acreditado en tu cuenta, estado que Esto Pago ha estado sometido para ser un Pago para el artículo comprar De Te, nos reserva elderecho para hacer Seguro Esto transacción es Seguro y asegurado también Para verificar el legitimidad nivel en esto transacción Porque de elalta suma de fondos involucrados.
El por encima de la suma ha Incluido el transporte cargos y impuestos como nosotrosa y el TransporteEmpresa citado por el comprador (como for Royal Bank® PAGO POLÍTICA).
Estos correos los enviaba desde una dirección como la siguiente: royalbanktransferservice@konsultant.com, cuyo dominio estaba sin registrar.
Esto es un letrero de neón gigante que dice FRAUDE.
El servicio de pago internacional elegido, era uno de esos servicios de envío de remesas que suelen enviar los inmigrantes en España para enviar dinero a sus países. Hay que destacar que en muchos casos, en destino, no se requiere que los receptores del dinero se identifiquen.
Tras consultar si se ha recibido el pago se constata que no se ha producido. No sabemos todavía muy bien como pretendía la estafa, pero todo apunta a que tras pagar los portes por adelantado, su banco liberaba la supuesta cantidad que él ya había transferido a la cuenta del vendedor y luego pasaba a por el artículo. Nada más lejos de la realidad. La falsa apariencia creada en internet nos alertó rápido del intento de estafa, donde muy probablemente quería cobrar los “portes” y desaparecer en el anonimato de la red.
Esto se hace a gran escala, si se intenta digamos que 1000 veces, con una tasa de éxito del 0,1 % un incauto cae en la trampa; dinero fácil.
Nuestra experiencia profesional nos indica que en este tipo de fraudes internacionales los poderes públicos se limitan a perseguir a quien se encuentre dentro de nuestras fronteras de manera que por ejemplo una “mula” que envía desde España el producto de uno de estos engaños puede dar con sus huesos en la cárcel mientras que el cerebro de la operación se va de rositas sin que nadie haga nada por evitarlo.
Desde aquí advertimos, mucho ojo con los portales de compraventa de internet
Comprobad que el comprador/vendedor es de fiar, para ello:
Si eres vendedor, este despacho te recomienda que te mantengas firme en exigir pago por adelantado mediante transferencia bancaria. Cuando el dinero esté en tu cuenta procede al envío. Damos fe de que muchos subastadores de éxito funcionan así sin problemas.
Si eres comprador verifica a conciencia el historial del vendedor; que tenga muchas transacciones (significativas, por un importe relevante) valoradas positivamente y que no tenga votos negativos. Nadie se juega en una sóla venta una trayectoria larguísima e intachable de buen servicio, un voto o valoración negativa arruina la reputación de un vendedor que se precie.
Y si hablamos de transacciones importantes o complejas, vehículos, obras de arte…empleemos un contrato en condiciones evitando los formularios que podemos encontrar en internet ya que no hay dos situaciones iguales y lo que sirve en un caso nos puede meter en problemas en otro. Si el negocio lo merece recurramos a profesionales que te redacten un contrato adecuado.
Por último no olvidemos por otra parte las obligaciones tributarios derivadas de este tipo de ventas, las ganancias tributan en IRPF y la Agencia Tributaria está cada día más pendientes de estas transacciones.
En resumen que si compramos sea a alguien que se juegue en una venta una trayectoria larguísima e intachable y que si vendemos el precio de compra esté antes a buen recaudo en nuestra cuenta bancaria.
¿Servicios de pago que meten baza en las transacciones? No gracias.
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