Supongamos que eres un millenial, miembro de la generación más preparada de la historia. Como la mayor parte de tus coetáneos, y a diferencia de las generaciones inmediatamente anteriores a la tuya, no estás interesado en los coches y no tienes carnet; te desplazas en una bicicleta fixie emulando a los mensajeros de Manhattan y si la distancia lo hace necesario coges un Uber o un Blablacar.
Pero hete aquí que este verano pasando unos días de asueto en la casa del pueblo, bajo una lona, encuentras la Mobylette del abuelo.
Está tal cual la dejó el día que dejó de cultivar calabacines y se puso a criar malvas, con su barca de frutas a modo de transportín, muy muy vintage.
Los más viejos del lugar te explican los intríngulis del artefacto, le soplas la bujía, le pones gasolina y aceite de dos tiempos, te encaramas a los pedales y la pones en marcha dispuesto a ser lo más cool de la comarca.
Y es en el instante preciso en que sales por la puerta cuando incurres en el delito descrito en el artículo 384 del Código penal que transcribimos a continuación.
Artículo 384
El que condujere un vehículo de motor o ciclomotor en los casos de pérdida de vigencia del permiso o licencia por pérdida total de los puntos asignados legalmente, será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de doce a veinticuatro meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días.
La misma pena se impondrá al que realizare la conducción tras haber sido privado cautelar o definitivamente del permiso o licencia por decisión judicial y al que condujere un vehículo de motor o ciclomotor sin haber obtenido nunca permiso o licencia de conducción.
Cuando te detiene la Benemérita y te citan al día siguiente en el juzgado de guardia no entiendes muy bien por qué.
El derecho penal tiene por objeto la represión de las conductas más graves y nuestro legislador ha entendido que conducir sin licencia un híbrido entre moto y bicicleta de poco más de 1cv de potencia es una de ellas.
Al día siguiente sales del juzgado con una multa de unos 1.000 euros dictada en conformidad (no hay defensa posible) y unos antecedentes penales de lo más cool. Lo que vas a ligar ahora que además de hipster eres un malote.
Parece mentira pero conducir una Mobylette o un Vespino sin licencia no es una infracción administrativa, es un delito. Hemos atendido ya a varios clientes en esta situación.
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Seguro que, en vuestros puestos de trabajo, habéis oído o mantenido una conversación similar a esta:
Organicemos agendas para concertar una reunión con el cliente D. “X”
¿Quién se ocupa del asunto del cliente D. “Y”, que finaliza plazo para presentación la semana que viene?
Puff¡¡¡¡ esta semana la tengo muy liada porque mis tres hijos se han puesto enfermos de uno en uno, esperad a ver qué me dice mi suegra que es a la que le pido ayuda.
Lo mismo que yo, que estoy con la peque, menos mal que pronto me vienen ya los refuerzos, mi madre llega pasado mañana.
Mientras que trabajo en el ordenador, para entretener a la peque que la tengo a mi lado en su sillita le doy unos folios pero me da miedo que se corte con las hojas.
Sí, claro, para eso, mejor que le des hojas de papel de periódico que cuando las arrugan hacen ruido y la entretiene pero sin miedo de que se corte.
Estupendo¡¡¡ gracias¡¡¡ no se me había ocurrido, así haré.
Estáis en lo mejor aunque no os parezca, qué tiempos aquellos en los que mi niña era del mismo tiempo que las vuestras, yo …..ahora ando en la fase de…… si la piscina…….que quiero salir….que mis amiguitas…..
Sinceramente, yo también he participado en este tipo de conversaciones, pero de manera “diferente”, mejor dicho, participo en las conversaciones en mi condición de “oyente” ya que mi caso es un tanto atípico, en el Despacho de Abogados i16, soy la única mujer y soy precisamente (perdónenme el vanidoso protagonismo que estoy adquiriendo en este artículo) la única que no tiene hijos.
Y es que siempre que hablamos de conciliación familiar y laboral pensamos en las madres que pasan por serias dificultades para compatibilizar y conciliar su vida personal con la profesional. En general, siempre han sido las mujeres las que han pagado profesionalmente el peaje de la maternidad.
Los tiempos están cambiando.
Prueba de ello es que ya está dejando de sorprendernos a un padre cuidando de sus hijos sin la necesidad de que una mujer esté cerca. “Los padres ya no somos solo los que ayudamos a las madres en el cuidado de nuestros hijos, somos los que también les cuidamos”, tal y como tan acertadamente me recordó uno de mis compañeros del Despacho al hilo de las numerosas conversaciones que mantenemos al respecto.
Flaco favor les estaríamos haciendo a los hombres por el mero hecho de que tras una tarde con sus hijos, éstos hayan sobrevivido, precisamente porque la normalización es lo que debe primar, y que los hijos sean criados, cuidados y educados indistintamente por sus padres y/o por sus madres debería ser “lo normal”. Centrémonos, por tanto, en la conciliación familiar y laboral independientemente de quién sea el que concilie, si el padre o la madre.
Se están dando grandes avances con la conciliación familiar y laboral, precisamente, desde que Carolina Bescansa, del Grupo Podemos, llevara a su hijo al Parlamento se abrió un debate social sobre este tema. Desde entonces, mucho se está hablando, independientemente de que este gesto para algunos tuviera un carácter reivindicativo, innecesario, o que para otros formara parte de una escenificación con tintes políticos, el hecho cierto positivo fue que, sea cual sea la respetable percepción de cada uno, puso el foco en el tema de la conciliación familiar y laboral, el negativo, tan sólo desde el punto de vista femenino.
Marian, estoy con la peque, vengo de hacer gestiones con ella, ¿vienes y nos tomamos algo rápido antes de que la deje con su madre y empiece la reunión que tengo a la tarde?
Sí, es cierto, insisto, se están dando grandes avances con la conciliación familiar y laboral, pero, cuando otros dos compañeros de profesión felicitan fervorosa y efusivamente a mi compañero por entrar en el bar con el cochecito de su peque sin que la haya estrellado ni estampado contra el marco de la puerta de entrada, me produce cierta sensación de que todavía falta mucho, demasiado……, lo mejor, es que por lo menos ya se ha iniciado el camino del cambio.
No quiero terminar este artículo sin mostrar mi más sincera felicitación a mis compañeros (hombres) del Despacho por la pericia mostrada en su conciliación familiar y laboral, pero no por su condición de hombres sino por el éxito que obtienen compatibilizando una demanda de cláusula suelo con la defensa de afectados por desahucios ante el impago de préstamos hipotecarios con la crianza de sus hijas.
Entre las pocas ofertas de empleo que aparecen hoy en día en los medios especializados se repite con frecuencia la palabra freelance, término medieval británico para referirse al caballero que no trabaja para ningún señor en concreto y cuyos servicios puede contratar cualquiera.
Inicialmente el uso moderno del término se refería a la modalidad de trabajo en el ámbito periodístico a través de la cuál los periódicos compraban informaciones o fotografías a profesionales autónomos.
Posteriormente se fue incluyendo al resto de profesiones liberales típicas.
Hoy en día es posible ver ofertas de trabajo de cualquier tipo como freelance. Y aquí surge la duda. ¿Hablamos de freelances o de falsos autónomos?
Una persona que trabaja en exclusividad o en su mayor parte para un único “cliente” no es un autónomo ni lo es tampoco quien depende de un único “cliente”.
Dice un viejo aforismo civilista que “las cosas son lo que su naturaleza y no su denominación determina”. Así, el llamado principio de primacía de la realidad constituye un mecanismo de preservación del ordenamiento jurídico laboral basado en la indisponibilidad de gran parte de las normas laborales.
Dicho mecanismo obra viciando de nulidad aquellos acuerdos que pretenden desconocer el ordenamiento laboral de manera tal que, si la realidad práctica y los acuerdos no coinciden, se tomará en consideración la primera.
Esto no significa que no haya autonomía de la voluntad en el ámbito laboral, sino que la habrá para establecer condiciones que mejoren los mínimos que las normas laborales reconocen al trabajador.
De esta manera, dos personas podrían celebrar formalmente un contrato civil o mercantil (bajo cualquier denominación) que se tradujera materialmente, en la práctica, en una prestación con todas las características que definen al contrato laboral.
Dicha relación contractual en virtud del principio que nos ocupa sería considerada como laboral por un juez.
El poeta americano James Whitcomb Riley escribió: “Cuando veo un pájaro que anda como un pato, nada como un pato .” De igual modo cuando un juez ve subordinación, ajenidad, dependencia, remuneración, prestación personal, horario y jornada de trabajo uniformes, inclusión en el organigrama, exclusividad en la prestación de servicios, documentos que prueben sumisión a las directrices empresariales… lo llama contrato de trabajo.
Podemos encontrar este principio en laslegislaciones de muchos países, lo cual no es de extrañar ya que, sin él,[ la función protectora respecto al trabajador, que da sentido a la existencia derecho laboral, se convertiría en papel mojado.
Todas esas ofertas de trabajo de hoy en día en calidad de freelance lo serán en realidad o no lo serán en absoluto ya que en caso de conflicto, el juzgador le llamará al pan, pan, al vino, vino y al falso autónomo trabajador por cuenta ajena.
Según las últimas estadísticas los efectos perniciosos del verano van en aumento, tanto las quemaduras solares como los divorcios.
Es un hecho cierto, datos del Consejo General del Poder Judicial lo confirman, después del verano, aumenta notablemente el número de divorcios, separaciones y demandas de relaciones paterno-filiales. Siendo lo más llamativo de todo esto que nos encontramos ante un comportamiento cíclico que se repite cada año.
El mayor tiempo de convivencia de la pareja durante el periodo estival, a veces, se convierte en una prueba de fuego: “la prueba de la verdad”, a diferencia del resto del año en el que nuestra implicación en el trabajo, la conciliación con la familia: colegio, deberes, extraescolares, la falta de tiempo compartido con tu pareja no nos permite disponer del tiempo suficiente para conocer realmente la fortaleza de los pilares en nuestra relación.
El cambio en la sociedad actual y el alto nivel de rupturas de pareja ha conferido una naturalización al divorcio, sin embargo, la experiencia de los profesionales del Despacho de Abogados i16 nos lleva a concluir que todavía falta mucho para que la gestión del divorcio entre la pareja se concluya de la mejor manera posible para los adultos y sobre todo para los hijos que son al final quienes más asumen las consecuencias de la nueva situación a la que se deben enfrentar: dos casas, nuevas parejas de sus respectivos padres, relación con los hijos de las nuevas parejas de sus respectivos padres etc etc…
No obstante, afortunadamente, cada vez hay más padres y madres que encuentran en el divorcio el fin de la relación de pareja pero no el fin de la relación de la familia, ya que el vínculo familiar: hijos, perdurará siempre. Si el divorcio se gestiona de forma sana y pacífica, la adaptación del hijo a la nueva situación será mejor y no conllevará problemas emocionales.
D. Jesús García Pérez, Presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social ofrece pautas para orientar a los padres en cómo ayudar a los niños en su divorcio, aquí reproducimos algunas de ellas:
Exprésele su cariño constantemente y hable con ellos todas las veces que sea necesario de forma clara y honesta, escuchándoles bien y comprobando que no les queda ninguna duda.
Recuérdeles que no tienen la culpa de la separación, y que tampoco pueden hacer nada para unirles de nuevo
Mantenga la misma estructura, límites y disciplina de siempre, pues esto les dará tranquilidad y seguridad.
Apoye las relaciones de sus hijos con la familia de su ex pareja, a menos que sean perjudiciales para ellos.
Apoye las relaciones de sus hijos con los hijos de su nueva pareja, a menos que sean perjudiciales para ellos.
Cuando mejor esté con su ex pareja, mejor se encontrarán los niños
No deje que su hijo esté en mitad del conflicto, ni mucho menos que sea un árbitro.
No compita con su ex pareja por el amor de sus hijos.
No les mienta ni les engañe, cuénteles las circunstancias nuevas de manera acorde a la edad de los hijos, deben saber que pueden confiar en usted.
En general, aquellos de nuestros lectores que se dediquen a la Abogacía, compartirán con nosotros la premisa de que las resoluciones judiciales no van de la mano con los avances de la sociedad, muy al contrario, sin embargo, en el ámbito en el que se basa este artículo, nos hemos encontrado con resoluciones muy recientes que van unidas a esta nueva forma de ver el divorcio como algo lógico tras una ruptura sentimental que no familiar, fomentando que la relación entre cada uno de los progenitores con sus hijos no cambie “demasiado” de aquella que existía vigente el matrimonio, motivo por el que no queremos finalizar este artículo sin dejar de significar que la Sala Primera del Tribunal Supremo ha anulado una sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, que negaba la custodia compartida al padre de un menor y mantenía la guarda y custodia exclusiva a la madre, y señala que la custodia compartida no debe considerarse “excepcional”, sino “normal” y “deseable”
Desde la Asociación Europea de Abogados de Familia valoran esta decisión judicial y señalan que “cobra especial importancia” por cuanto viene a reconocer “cierto cansancio” del Tribunal Supremo de tener que estar actuando casi como una tercera instancia “ante la constante inaplicación, por muchos tribunales, de la doctrina fijada”.
A pesar de todo lo dicho anteriormente, no tengan miedo a las vacaciones, disfruten de ellas, nuestro equipo se turnará durante el periodo estival para dar cumplida cuenta a las gestiones que se nos soliciten, sigan pendientes de los rayos del sol, como solución a las quemaduras solares, una buena crema de protección, para el resto de asuntos, crisis vacacional: divorcio, guardia y custodia, Despacho de Abogados i16.
Hasta la semana que viene!